sábado, 4 de junio de 2011

Quizás la culpa siempre fue mía por no haberte podido perdonar, yo pensaba que ese tipo de heridas se curaban solas, hasta que me di cuenta que siempre me hizo falta escuchar una disculpa de tu parte, no tenías que entenderme, no tenías que prometer el cielo, la luna y las estrellas, solo tenías que decirme que lo lamentabas y que querías que te perdonara. 

Desde lo más profundo de mi corazón lamento no haber podido tener suficiente madurez para perdonarte y seguir adelante, yo no quería que las cosas llegaran hasta este punto, yo te quería amar para toda la vida, yo quería casarme contigo y tener una familia, incluso podía imaginarme teniendo una vida contigo.

Las cosas se salieron de control y ahora estoy un tanto desconsolada, me gustaría salir a caminar bajo la lluvia y que nadie se de cuenta que llore, quiero gritar, quiero no sentirme así, quiero no odiarme por ser tan boba, quiero fingir que esta todo perfecto, quiero patear charquitos, quiero que alguien me abrace y me diga que todo va a estar bien, que todo va a estar perfecto, que no tengo que llorar por esto, que no hay razón para sentirme así, que las cosas siempre mejoran (quiero saber cuando mejoran), que siempre puedo cambiar, que puedo volver a empezar, que puedo hacer todo lo que yo quiera, pero no se puede, esta es mi realidad y es mejor que la afronte.

Te amo igual.

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